Según un estudio, los hombres que hacen ejercicio que les ayuda a mejorar su capacidad cardiorespiratoria son menos propensos a morir de cáncer, aunque otros estudios sólo relacionaban este beneficio con deportes de mayor intensidad. El estudio, publicado en la revista Medicine and Science in Sports and Exercise midió la asociación entre ejercicio para mejorar la aptitud cardiorespiratoria con la mortalidad por cáncer en hombres, separando los casos de cáncer relacionados con el tabaco de los no relacionados.
Para ello, investigadores de la West Texas A&M University y el Instituto Cooper en Dallas, Estados Unidos, siguieron a casi 26.000 hombres de entre 30 y 87 años a los que se les hizo una evaluación médica previa, incluyendo un test de ejercicio y una entrevista sobre sus hábitos sanitarios. Después de diez años de seguimiento, 335 murieron de cáncer, de los que 133 fue por tipos de cáncer relacionados con el tabaco y 202 por tumores no relacionados con el tabaco.Después de ajustar la edad, el consumo de tabaco, la ingesta de alcohol, el índice de masa corporal y la presencia o no de diabetes mellitus, este equipo de investigadores encontró que había una asociación inversa entre los niveles de ejercicio para mejorar la capacidad cardiorespiratoria y la mortalidad por cáncer, asociada y no asociada con el tabaco. Aquellos que hacían ejercicio de alta intensidad tenían un 55 por ciento menos posibilidades de morir por cáncer que aquellos que hacían menos deporte, mientras que aquellos hombres que hacían un ejercicio moderado, tenían un 38 por ciento menos posibilidades de fallecer por esta patología.
Así, los niveles de ejercicio moderado y alto se asociaban con un menor riesgo de morir por cáncer comparado con aquellos hombres que ejercitan menos su capacidad cardiorespiratoria. Su conclusión es que “este ejercicio puede proporcionar una protección contra la mortalidad por cáncer”.
El ejercicio no contrarresta el tabaco
Por una persona que hace ejercicio moderado, este equipo entendió a una persona que corriera de 20 a 40 minutos, de tres a cinco veces a la semana. Mientras que las personas con ejercicio de gran intensidad estaban ya a un nivel cercano al competitivo.
En cuanto a los cánceres no asociados al consumo de tabaco, los hombres que participaron en el estudio que hacían ejercicio de intensidad alta tenían un 46 por ciento menos riesgo de sufrir esta patología, mientras que quienes hacían ejercicio moderado tenían un 34 por ciento menos riesgo.
Por lo que hace al riesgo de sufrir cánceres relacionados con el tabaco, como pulmón o laringe, aquellos más deportistas tenían un 66 por ciento menos de sufrirlos mientras que los deportistas moderados tenían un riesgo un 43 por ciento menor. Los sujetos más deportistas tienden a ser menos fumadores, pero aun así uno de cada diez de ellos, fumaba frente a dos de cada diez de los deportistas moderados y tres de cada nueve hombres sedentarios.
El estudio encontró que el hacer ejercicio también disminuía la mortalidad por cáncer en los más deportistas fumadores, aunque los autores subrayan que hacer más ejercicio no es en ningún caso una alternativa a dejar de fumar.
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