Todos los deportistas se enfrentan en algún momento con un clásico dilema: se
han contagiado de alguna clase de virus –un resfriado, dolor de garganta, o
simplemente se sienten indispuestos ¿Qué deberían hacer? ¿Seguir entrenando? ¿O
descansar hasta que el sistema inmune se libre del virus? Científicos deportivos
de la Universidad Ball State dieron respuesta a esta cuestión.
Los investigadores realizaron un experimento con 50 sujetos de entre 19 y 29
años de edad que poseían una forma física aceptable. Los sujetos fueron
divididos en dos grupos. Un grupo entrenó en días alternos durante 40 minutos al
70% de su frecuencia cardiaca máxima [EX], realizando un entrenamiento
moderadamente intenso. Los sujetos podían escoger entre sesiones en la máquina
de subir escaleras, la cinta de correr o la bicicleta. El otro grupo no realizó
ejercicio físico.
Al principio del experimento los investigadores infectaron (inoculación) a los
sujetos con el rhinovirus-16, un virus del resfriado común. Entonces
monitorizaron el desarrollo del resfriado en ambos grupos de individuos.
Los síntomas del resfriado duraron el mismo tiempo en ambos grupos, pero durante
los primeros seis días del experimento el grupo que entrenaba tuvo menos
síntomas que el grupo inactivo. Ambos grupos produjeron cantidades similares de
catarro. Los sujetos proporcionaron los pañuelos con los que se sonaban la
nariz, lo que permitió a los investigadores calcular la cantidad de catarro
producida.
Los resultados de esta investigación indican que el ejercicio moderado durante
una enfermedad respiratoria superior causada por rinovirus bajo las condiciones
del diseño de este estudio, no parece afectar a los síntomas de la enfermedad,
su severidad o su duración” concluyen los investigadores.
Este hallazgo resulta importante tanto para los deportistas como para los
entusiastas del fitness, que estén interesados en mantener su nivel físico
durante una enfermedad respiratoria superior causada por rhinovirus.
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