El estilo de vida físicamente activo en la niñez es una buena forma de prevención para ciertas enfermedades crónicas muy frecuentes en la edad adulta. Todos los días los niños en edad preescolar deberían desarrollar un mínimo de 60 minutos de actividad física libre (no-estructurada) y no deberían permanecer sedentarios más de 60 minutos seguidos salvo para dormir. Aumentando esos tiempos conforme su crecimiento. Las actividades físicas en mencionada franja de edad entre jóvenes es de lo más importante y cuantas más actividades, mejor.
Son actividades típicas y muy habituales en esa edad como juegos, rondas, prácticas de algún deporte, actividades con la familia, en la escuela durante las clases de educación física, o quizá las actividades comunitarias, estas actividades son todas aquellas que nos mantienen en movimiento activo y con el fin de mejorar las funciones del cuerpo y mejorar, establecer o mantener la salud en su estado óptimo.
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