La artritis es una de las causas más frecuentes de distintas discapacidades físicas en los adultos, además de provocar dolor y rigidez en las articulaciones.
Aunque la causa específica y concreta no se conoce del todo, los expertos creen que la genética, el envejecimiento, la alimentación, las lesiones articulatorias previas y el sobrepeso son factores que favorecen la aparición de la enfermedad.
En la mayoría de los casos, la artritis tiene lugar en las manos, la columna vertebral, las caderas y/o las rodillas; pero también puede darse en los hombros, los codos, los tobillos y los pies. Si tienes artritis, la buena noticia es que un programa de ejercicio equilibrado puede minimizar el dolor y la rigidez, y mejorar notablemente tu estado físico en general.
Un buen programa de ejercicio contra la artritis debe incluir movimientos de resistencia (con pesas o bandas elásticas), ejercicios cardiovasculares de bajo impacto y estiramientos. Esta combinación mantendrá el nivel de flexibilidad de las articulaciones, permitiendo que permanezcan “lubricadas“, y fortalecerá los músculos que las rodean, dándoles un mejor soporte.
Los estiramientos pueden mejorar enormemente la salud de las articulaciones, tienen la ventaja de poder realizarse en cualquier momento y lugar, y deben formar parte de tu rutina diaria. Intenta hacer estiramientos de la mayor parte de tus músculos a primera hora de la mañana, por la noche, o en ambas ocasiones.
Haz ejercicios cardiovasculares de bajo impacto (sin saltos), como el ciclismo (tanto al aire libre como en bicicleta estática), natación, o simplemente mover brazos y piernas en el agua, caminar (al aire libre o sobre la cinta) y subir escaleras. Todas son excelentes formas de estimulación del corazón y los pulmones.
Junto con un programa de ejercicio, debes mantener una dieta sana, que te ayudará a controlar tu peso y así imponer menos presión sobre tus articulaciones.
Intenta hacer entre cuatro y cinco comidas diarias, con raciones más reducidas. Toma alimentos bajos en grasas, ricos en proteínas y moderados en hidratos de carbono, así como muchas verduras y hortalizas. Bebe un mínimo de ocho vasos (de 25 cl) diarios de agua.
Un poco de ejercicio cada día es mucho mejor que una sesión ocasional a alta intensidad (tanto para los beneficios del ejercicio como para la salud de las articulaciones).
Utiliza resistencia (pesas o bandas elásticas) entre ligera y moderada.
Emplea un rango de movimiento completo o parcial, o bien tensión isométrica (sin movimiento), siempre que las articulaciones te lo permitan.
Evita movimientos de press por encima de la cabeza, ya que imponen tensión sobre las articulaciones de los hombros.
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